26.10.10

Pollos tomateros.

En estos días de otoño, con tanta diferencia térmica entre mañanas, tardes y noches, lluvia, aire y frío, los tomates se resisten aún a dejar de florecer y madurar, las inclemencias del tiempo, sin embargo, pasan factura a mis tomates haciendo que tarden más en madurar, engorden menos y se rajen con mucha facilidad. Este excedente de tomates rajados, pochos o picados, terminaban antes en la compostera, pero este año he encontrado la "máquina perfecta de compostaje y abonado", mis pollos tomateros.
Estos son Lito y Chili. Lito en su día, un pequeño pollito de mercadillo que sirvió una temporada de entretenimiento a mi sobrinita y que fue jubilado a muy buena edad. A dia de hoy es toda una gallina roja, dócil y algo soba, que se deja coger, acariciar y que acude como un perrillo cuando se le llama. Chili (o Chilindrón por lo gordísimo que se está poniendo), era un precioso pollito amarillo, hasta que la pubertad lo ha convertido en un pollo gordo y tolondrón, que sólo piensa en comer y en tumbarse, sin ninguna habilidad más la de hacer sombra (si se pone al sol, si no ni eso), es curioso ver como las especies creadas simplemente para la producción de carne, han perdido (lamentablemente) todos sus instintos naturales. Espero que en los 10 años de vida de un pollo, recupere alguno.
Pero los pollos no son los único que hoy van a comer tomates frescos, estos son los piel de doncella que he cogido hoy para la cena.

Y estos los que espero recoger en las próximas semanas, si el frío los deja.

Como curiosidad, estos tomates Osu plantados de esqueje que el frío y la falta de riego los está volviendo más oscuros cada vez.

En unos días empezaré a coger los caquis, que como todos los años están doblando las ramas del árbol hasta el límite.
Un saludo.